El navio-hospital Gil Eannes, construido en Viana del Castelo, en 1955, apoyó, durante décadas, la flota  bacallaeira que trabajaba en los bancos de Terranova y Groenlandia. Finalizado aquel tiempo, el barco quedó atracado en los muelles de Lisboa.

En 1998, un proyecto de reconversión y restauración financiado por la Fundação Gil  Eannes y apoyado por buena parte de la sociedad civil vianesa lo rescató y lo trasladó al Limia para transformarlo, desde aquella, en espacio museológico, cultural y Centro de Mar, proporcionando a sus visitantes una experiencia imborrable.

La Fundación tiene una fundamental labor divulgativa y de gestión, que permite seguir con el proyecto en pie. Cuenta con servicio administrativo y financiero, de mantenimiento y seguridad, así como de marketing y promoción.

La estratégica localización del Gil  Eannes, en pleno muelle de Viana, con el centro cultural y el Jardim da Marina a su orilla, y con el casco histórico muy cerca, hace que este barco sea un símbolo y un reclamo para locales y visitantes.