Asociado al Monasteiro de Ermelo, se realiza la peregrinación de São Bento (o São  Bentinho: San Bieito en Galicia, con multitud de fieles también) que tiene lugar el 11 de julio, día de la fiesta litúrgica de São Bento, santo de gran devoción en todo el Minho y patrón del ayuntamiento de Arcos de Valdevez.

Se trata de una tradición centenaria por la cual los peregrinos llegan al santuario antes del amanecer y, dentro de la iglesia, se cruzan con el sombrero de la imagen de São  Bento, policromada y dorada. Como una de las peregrinaciones típicas del Alto Minho, aún se pueden ver algunos de los rituales de promesa más antiguos, como caminar de rodillas por el santuario, el voto de silencio a lo largo de toda la peregrinación a pie  siempre que estás viendo el santuario, entrar descalzo en la iglesia… y los ex-votos, la ofrenda de donaciones en efectivo, piezas de oro o alimentos, etc.

La celebración tiene lugar en Ermelo, pequeña aldea a 20km de Arcos de Valdevez. El santo es curandero de “males ruíns”, sobre todo de las verrugas, excreciones de la carne y hasta del cáncer. A cambio, hay que llevarle huevos y claveles. La promesa, siempre y cuando que las mujeres le lleven claveles rojos y los hombres, blancos. Y los huevos, nunca menos de 3, de acuerdo al milagro recibido. La caminata, por su parte, hay que hacerla por los caminos. Y el devoto, una vez en el templo, da las vueltas prometidas (siempre impares), reza y dispone las ofrendas. Sin olvidarse de darle un beso en el famoso sombrero. Todo un mundo, pues, de rituales, tradiciones y creencias.