Situada en el lugar de A Torre, en la aldea de Forxa, actuó como casa consistorial del propio Ayuntamiento de Porqueira en el siglo XIX. Razón por la que su estado de conservación es óptimo. Siendo declarada Bien de Interés Cultural.

La torre forma parte, conjuntamente con las de Celme, Pena y Sandiás, de las fortalezas levantadas en el medievo para protección del territorio limiao, dentro de las continuas luchas establecidas entre Afonso Henriques de Portugal y Afonso VII de Castilla.

Afonso VII la donó al Obispado de Ourense en el año 1157. Estableciéndose después en ella un monasterio, inicialmente familiar, pasando a ocuparse por monjes jerónimos posteriormente. Su primer prior, Jordán, mandó construir a un lado una iglesia y un claustro hoy desaparecidos. Este mismo prior se hizo con el título de abad de San Lourenzo, prior y señor de Güin y Castelaus y además, señor del partido judicial de Forxa y Casas da Mora.

En el siglo XIV fue tomada y ocupada de forma fugaz por el Duque de Lancaster, Xoán de Gante, en una de sus incursiones para reclamar el trono de Castilla. En el siguiente siglo, el XV, la fortaleza pertenecía al conde de Benavente y sufrió el asedio de los Irmandiños.

El conjunto mantiene aún visible su imponente torre del homenaje, con una altura de 23 metros y planta cuadrangular. La puerta que le da acceso se encuentra en el segundo piso. Se accede a ella a través de una escalera de piedra de construcción moderna. El interior se divide en tres pisos más un sótano. Los pisos se cubrirían con techo de madera y se accedía a ellos a través de una escalera del mismo material.