Los miliarios son hitos en forma de pilar o columna que marcaban las distancias en las calzadas romanas. En este territorio acostumbran a ser de granito, con base cúbica o cuadrada, llegando a medir entre 2 y 4 metros de altura. Se colocaban en la orilla de las calzadas para señalizar las distancias cada “mil passus” (una milla romana, alrededor de 1480 metros).

La mayoría de estos miliarios tienen inscritos los siguientes datos: título completo del emperador en mandato que lo mandaba construir; distancia hasta la localidad más importante de la vía en la que se había encontrado (también pudiendo indicar la distancia entre dos localidades concretas); el gobernador o unidad militar responsable de las obras de la calzada y la expresión “refecit” o “ reparavit” si se trataba de una obra de mantenimiento.

Los miliarios de Sandiás están dentro de la VIA NOVA o nº.XVIII del itinerario de Antonino, que cruza el ayuntamiento de Sandiás por el núcleo de Vilariño Das Poldras. Estamos ante el tramo limiao de la principal vía de comunicación de la Gallaecia romana, que comunicaba la ciudad portuguesa de Braga (Bracara Augusta) con la española Astorga (Asturica Augusta).

Esta calzada cuenta en la actualidad con la mayor densidad de miliarios de todo el Imperio Romano (unos 300), siendo utilizada durante siglos como la principal arteria de comunicación entre el norte de Portugal y el sur de Galicia.

Los Miliarios de Vilariño das Poldras que hoy pueden contemplarse juntos fueron localizados en el año 1995 en una finca próxima conocida cómo A Lama. Actualmente se encuentran en la pista que une el núcleo de Vilariño con la capital municipal. En un grupo de tres, los más pequeños no conservan ningún trazo de escritura, mientras el de mayor tamaño está dedicado al emperador Maximino y a su hijo Máximo, señalizando la milla 67. Este último es considerado como uno de los epígrafes mejor conservados de toda la VIA NOVA.