Antiguo monasterio benedictino que, mandado construir por D. Vasco Nunos a finales del siglo XII, fue establecido como un elogio templario, pasando en ese tiempo también el monasterio a los coengos regulares de San Agustín. Como se hace referencia en las “Inquirições” de 1258, D. Afonso Henriques había custodiado el monasterio ya antes de 1180. En el siglo XV el monasterio cierra, con lo que el edificio queda reducido la iglesia parroquial.

De su construcción destaca el portal principal, adornado con motivos  figurativos y geométricos, y las figuras humanas que aparecen en dos fustes, enfrentadas, merecen ser mencionadas por su rareza en el panorama del románico portugués.

Reconocida sin duda como una de las obras maestras del arte románica portuguesa, clasificada como Monumento Nacional desde 1910, la iglesia de Bravães es un monumento bien conservado, de innegable importancia histórica regional y excepcional valor científico y patrimonial. Además, está incluido en la Ruta del Românico del norte portugués.