La torre del Castro fue construida en una zona elevada y estratégica en la vía de paso natural entre los valles del Limia y del Arnoia. Edificada, según los datos históricos, en el siglo XII, su origen está envuelta entre la superstición y la leyenda.

Su cara actual parece ser la resultante de atender las luchas fronterizas entre Alfonso VII de Castilla y León y Alfonso I de Portugal. Ambos luchando por la posesión del condado de la Limia. A pesar de esto la torre fue testigo de diferentes batallas, de luchas nobiliarias y del levantamiento Irmandiño en el siglo XV.

No se trata de la única torre visible apta para la visita en la zona. Junto con otras aún en pie como la de Pena en Xinzo de Limia y de Forxa en Porqueira, forma parte de un conjunto de fortalezas consideradas “guardianas” de la Limia. Estas torres, algunas desaparecidas ya como la de Celme en Rairiz de Veiga o Canderrei en Trasmiras, se comunicaban visualmente entre sí.

Según algunos investigadores, la torre llegó mismo a ser asaltada por el Duque de Lancaster en el siglo XIV, en sus ansias de reclamar el trono de Castilla. Ya en la siguiente centuria estaría en posesión de Alonso Pimentel, conde de Benavente y señor de la villa de Allariz. Tiempo después, en la segunda revuelta Irmandiña (1467), fue derribada y quemada de la mano de los hombres de Alonso de Paredes y la colaboración de uno de los sirvientes sitiados.

En la guerra hispano-lusitana del siglo XVII y XVIII que llevaría a la restauración de la independencia portuguesa, fue punto de concentración de tropas para su posterior distribución a diferentes puntos de la frontera.

Actualmente, y después de décadas de desuso, de la fortificación previa solo resta parte de la torre del homenaje, consolidada en el año 2020. Esta torre, con muros de gran grosor y planta cuadrangular, estaba compuesta por sótano, tres pisos y terraza. Se sabe, gracias a los restos conservados, como sería su distribución. Desde el primer piso se accedía al resto de andares por medio de escaleras de madera. El acceso a la terraza superior se hace mediante una escalera interior en el muro.