Él río Leboreiro (el Barcia) no es un río cualquiera. Al igual que la sierra homónima, su toponimia refiere, en latín, una zona que los romanos ya catalogaron en su día como “tierra de liebres”. Se trata de una Reserva Natural Fluvial declarada en él año 2015 por  su excelente calidad de agua al encontrarse en una zona sin presión demográfica de ningún tipo.

Él río, de carácter pluvial oceánico, nace en la Sierra homónima, en Giestoso ( Melgaço, Portugal), y discurre por un val muy encajonado entre ambos lados de las sierras, con  los montes de O Quinxo y Queguas  en la parte gallega, y la famosa sierra de A Peneda en la parte portuguesa. Es un río pequeño, fronterizo (Entrimo y Melgaço), pero con  muchos saltos, gargantas y bolos graníticos, con cascadas y pozas labradas en la roca. La vegetación es muy amplia, y el sistema fluvial, en una zona poco poblada, no se ve amenazado.

Justo ya en el tramo final, llegando al embalse del Lindoso, e inmediato a la aldea  arraiana de Olelas (mismo en frente de Várzea), están las conocidas como Pozas do Mallón, lugar  idílico para disfrutar de un baño en época estival. En la margen derecha, la ruta que arranca poco antes de las piscinas naturales, con paneles indicativos de fauna y flora a conservar en la Reserva de Biosfera Transfronteriza  Gerês- Xurés ( RBTGX), continúa hasta un mirador y concluye pasando a Ribeiro de Baixo, en el lado luso. Es una de las rutas “del contrabando”, en una zona muy olvidada, desatendida y propicia para atravesar y pasar productos y bienes de un lado para otro de la frontera.